Mirella Pascini

Soy una dermatóloga brasileña, de origen español e italiano, y llegué a España no hace mucho tiempo.

Vine por amor: el destino me llevó primero a Valencia, justamente de donde partió el barco que trajo a mi bisabuelo a Brasil hace más de cien años. Ahora tengo el placer de atender en Madrid, ciudad que me encanta.

De adolescente sufrí mucho con un acné grave, pero casi no me dejó marcas en la piel, pues tuve la suerte de caer en las manos de una dermatóloga que me trató con isotretinoína, el famoso Roacutan. De esta manera, mi primer contacto con la dermatología me marcó el camino y, por suerte, ¡no la piel! En esta época ya me planteaba cursar Medicina y después de terminar la carrera escoger Dermatología fue muy natural.

La Dermatología me encanta porque puedo tratar pacientes de todas las edades, con enfermedades tan distintas entre sí, y siempre con algo en común: sus efectos son visibles al ojo humano. Por este mismo motivo las enfermedades dermatológicas muchas veces son estigmatizantes y disminuyen la calidad de vida de los pacientes y poder ayudarlos es para mí una misión, al igual que me ayudaron a mí en el pasado.

Cuando hice la residencia de Dermatología en Brasil, nunca me imaginé que acabaría en España. Allí tuve la suerte de contar con profesores maravillosos: la dermatología estética brasileña es muy puntera y se empieza a enseñar en la propia residencia. Con mis compañeros allí nos tratábamos entre nosotros, lo cual nos daba una confianza y un entusiasmo espectacular para atender a las demandas estéticas de nuestros pacientes.

Busco la naturalidad en mis tratamientos respetando la individualidad en cada uno, siempre atenta a sus gustos y expectativas. A través de un sentido estético apurado, busco ayudar al paciente a alcanzar su mejor versión, pero sin exageraciones, pues, a fin de cuentas, creo firmemente que la belleza está en los detalles.

¡Pero no sólo de trabajo vive el hombre! A mí me encanta la lectura: puedo pasar horas y horas en una librería, y uno de mis sueños es un día escribir un libro. Soy una apasionada de los deportes, sobre todo la carrera y la natación. Cuando vivía en Brasil participé en varias media maratones y llegué a completar un maratón. Yo con tal de nadar, podía madrugar todos los días a las 5 para entrenar. En particular, me encanta nadar en aguas abiertas, y para mí es un regalo hacerlo en las preciosas aguas del Mediterráneo español.

Viajar es otra de mis pasiones, y vivir en Europa me supone una oportunidad para conocer muchos países (todo está tan cerca en comparación con Brasil). Me hace mucha ilusión seguir explorando el Viejo Mundo.

Mucha ilusión por conoceros, ¡os espero en Kalosia!